La necesidad

La necesidad chuiquita, aminorada y negada
de ver los puntos suspensivos frente a frente
y soñar los sonidos que se de dicen y se guardan
que viajan con el peso que de por sí poseen cuando se conforman
 luego se sobre-valúan
y tergiversan según el oído

La necesidad escalonada y graduada
según parámetros confusos
de realidades rotas, individuos vacíos
 intereses vanos, de un tal "amor" que nadie ha conocido...
solo el viento, los rumores

La necesidad chiquita que salió en fonemas
de impulsos eléctricos
por un recorrido de aires
el mover de las cuerdas
la forma de tus labios
el alzar de tus brazos...
la necesidad in-definida
in-justificada
in-expresada
in-tangible
¿in-existente?

La necesidad que lanzaste al aire
como si no tuviera peso
como si fuéramos fluyéramos
y existiéramos también...
como si no necesitáramos inventarnos
a través de necesitar

Insurrección

Vamos a llevar la revolución al campo blanco de batalla. Que la insurrección de nuestros placeres arda, se levante...enardecida como quien han estado dormido y engañado, que se levanten nuestros libidos hasta su auge, hasta la desobediencia moral

Que se encuentren ferozmente las culpas, entre dedos, piernas, nervios, sudor, entre nuestros músculos acalambrados y los sentidos erectos...que se sientan nuestros adentros al calor de nuestros labios, que hagamos una sola piel

Vamos a gritar en la lucha con todas nuestras fuerzas, a rasguñar el suave terreno, sufrir y gozar...vamos a mirar directo a los ojos del enemigo, hasta fulminarnos, ¡Vamos a gritar hasta la amnistía emocional!

Regalos

Te traje un regalo desde el infinito mundo que me come, no es de lujo, ciertamente no es insignificante. Es un collar o un racimo si quieres, de todos los escenarios y lugares comunes en los que últimamente me he puesto a recordarte

Por ejemplo la banca del jardín, donde discutimos por una cerveza y tú seguías en tu locura, –en la parte involuntaria de esta- mientras yo me metía en tu cabeza y trataba de iluminarme tus trasfondos, apenas iba a la mitad de nuestra vida, cuando tú ya te habías parado.

También te regalo mis imágenes de un andador, la impaciencia de buscarte, saludarte y que me abrazarás. Te puedes quedar con las gotitas de mis ojos y la película de cuando simplemente volteaste la cara

Está de más regalarte la cerveza de esa noche sentada junto a un río, extra-oficialmente puedes tener esa conversación con el amigo y la primera de las muchas miradas tristes que tú me diste…esas mejor te las devuelvo

Ya me lees, ahora mismo queriendo y no desintoxicarme de ti…eso que eres que parece una droga ya no te lo regreso, tampoco nuestra necesidad...esas me las quedo yo, las necesito

Eres mi extraño favorito

Eres mi extraño favorito desde el día que te conocí, desde el reflejo en tus pupilas...tus ojos siempre rojos, tus manos largas, tus pelos de aquí y de allá, eres mi desconocido predilecto para pensar en las noches y pisar las teclas, surrealismo echo aire y carne…eres el color que más quiero ver en las calles. 

Los adoquines que quiero pisar y las rayas, los campos, las ciudades, el disfraz. Eres mi sueño recurrente en las catarsis de cada mañana mientras miro por la ventana y veo pasar las tiendas y la gente, mi viaje diario dentro del desplazamiento matutino de cuatro ruedas. Eres mi peatón invisible

Y eres también mi temor infundado, apenas pisas la misma tierra yo ya tiemblo y me preparo para verte en la esquina, en un camión o con algún amigo… te busco con emoción entre el bullicio de la feria anual, pasando por el ¡Llévele, llévele! Por los trabajadores que acechan para entregar propaganda y por absolutamente todo lo que se mueva por los corredores…te busco, emocionadamente alarmada

Desde el día que te escribí, aun cuando tú ya dejaste de leerme sigues siendo mi destinatario único, eres mi forastero local, de tierras ajenas y destinos en espiral, cruzados, revueltos y juntos…a veces te quiero, otras te imagino, pero siempre eres, inmutablemente…mi extraño favorito.